Todo negro. Siempre. Remera negra, pantalones negros, borcegos negros, café negro, humor negro. Así como su estética, su visión como director también es clara: contar historias que atrapen, sorprendan y, si es necesario, sacudan un poco.

A los 27, dejó su laburo de oficinista para filmar videos bastante falopa con amigos. Lo que empezó como un experimento terminó siendo una obsesión, y la obsesión se convirtió en una carrera. Con la explosión de las redes sociales, entendió que el contenido ya no se podía hacer como antes: había que pensarlo rápido, ejecutarlo con precisión y hacerlo destacar en medio del ruido.

Desde entonces, ha dirigido de todo: series para plataformas de streaming, comerciales, fashion films, videoclips y contenido digital. Pero su amor por el oficio no se queda ahí. Con una disciplina forjada en años de artes marciales, sigue perfeccionando su técnica en su tiempo libre, donde sus Videos Falopa en redes no solo lo mantienen afilado, sino que también le dan una perspectiva única sobre qué funciona y qué no en el mundo digital.